Posteriormente, en 2018, el colectivo juvenil Prospe16 asumió la tarea de encargarse del funcionamiento del Banco. Desde entonces, la idea subyacente al proyecto pasaba por el hecho de que en algún momento fuesen las propias familias beneficiarias las máximas responsables de las tareas tanto logísticas (recogidas en los supermercados, inventario, preparación de lotes, reparto equitativo de los alimentos, almacenamiento, etc.) como organizativas (seguimiento de la participación, coordinación de grupos, preparación de listas, coordinación con los supermercados, etc.). 

A partir de otoño de 2020 se reformuló la forma de funcionar del Banco, con la finalidad de dotarlo de un mayor carácter autogestionado y autoorganizativo. Desde entonces, y hasta marzo de 2021, las familias asumieron también el funcionamiento de los repartos. Así, gracias a ello, se consiguió el primer objetivo de que fuesen ellas las encargadas de las tareas logísticas